Estoy segura que muchos de nuestros “héroes” murieron pensando que algún día su día llegaría y que seria mejor hacerlo con una causa justa, que todos la recordaran y tuviera algún tipo de sentido. Pero todos no podemos ser héroes, de hecho le tenemos tanto miedo a la muerte que el sufrimiento, las violaciones y todo tipo de actos que atenten contra nuestra integridad parecen simples tropiezos comunes, porque estamos aferrados a una vida que sin saberlo se nos sale de las manos, ya no nos pertenece, y a quien le importa…
Citemos a irán “tierra de arios “, por ejemplo y como causa hoy de reflexión, desde que se conoce su historia ha sido víctima de innumerables de conflictos y no yendo muy lejos, encontramos a nuestro conocidísimo Alejandro magno, que tras las guerras médicas (conflictos fronterizos), invadió y conquisto el imperio aqueménide (situado en el suroeste del actual Irán), con su muerte (323.a.C), las tierras de la antigua irán pasaron a formar parte del imperio seleucida.
Luego de la segunda guerra mundial y con el valor que entonces empezaba a cobrar el petróleo, Irán parecía iniciar otro ciclo de guerras, acompañado de inclusiones por parte de países como Inglaterra y estados unidos, mientras iniciaban un proceso de modernización de la industria del país. Como oposición a todo este régimen impuesto surge un movimiento (SAVAK) de izquierda por así decirlo, liderado por Ayatolá Ruhollah Jomeini muy popular entre los círculos religiosos del país, aun que… como todos los opositores del poder, fue encarcelado.

Entre rebeliones, huelgas y todo tipo de manifestaciones ante el poder público (el sah), exilios, alianzas, conformaciones de guerrillas, transcurrieron largos años de la historia de irán; hasta que el 1 de abril de 1979 paso a ser la República Islámica. Declarándose al ejército neutral, quedando la jefatura del gobierno abierta a unas elecciones cada cuatro años.

Fuente
http://es.wikipedia.org/
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