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“Una prensa libre, puede ser buena o mala, pero sin la libertad la prensa nunca será otra cosa que mala”.

Albert Camus

¿Es posible hablar de libertad de prensa en Colombia?

Por: Alejandra Saldarriaga

Hablar de libertad de prensa en Colombia podría ser tan utópico como la palabra paz. El periodismo ha sido considerado por mucho tiempo como un oficio de alto riesgo, y ¿eso por qué?

Eventos como el del pasado 3 de mayo, día del trabajo, en el que 7 periodistas fueron agredidos por personal de la Policía Nacional; uno de ellos en Bogotá y seis en Cali, o el del pasado el 26 de abril en el que 2 periodistas salieron lesionados en Bogotá durante el cubrimiento de una manifestación estudiantil, o el del 23 de este mismo mes en Arauca, donde un periodista fue agredido durante la grabación un programa radial, también por un uniformado, sin olvidar mencionar el del pasado 11 de abril en Tolima, donde fue asesinado el director de una emisora comunitaria. Estos hechos dan cuenta que en repetidas ocasiones es la propia fuerza pública la que coarta las libertades y viola los derechos de los periodistas -protegidos en la Constitución Nacional. “Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. No habrá censura” artículo 20-.

La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) ha registrado con preocupación cómo en los últimos años como se han incrementado las violaciones a la libertad de prensa por parte de los funcionarios estatales, especialmente de uniformados. De hecho, mientras que en 2008 las violaciones por parte de fuerza pública y funcionarios fueron en total 40, en 2009 se elevó a 62.

El propio Estado debe ser el principal garante de los derechos de los periodistas, por tratarse de sujetos de especial protección: “la actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional” artículo 73.

Sin embargo ésta es solo una manera de demostrar la problemática interna que sufre el país, donde los periodistas de calle y zapatos gastados, exponen sus vidas por revelar una verdad, pero aun queda en discusión, aquellos que hacen uso del cuarto poder como estrategia de dominación.

En ideas y juramentos de academia queda el pensar en una prensa libre, en una expresión de la verdad desligada de censura, intereses particulares y miedos. Discutir este tema sin cuestionar la calidad periodística de los profesionales de nuestro país o los periódicos que a diario circulan seria como tolerar una cortina de humo que esconde una problemática social que debe ser reconocida y legitimizada. La libertad de prensa en Colombia no existe.

A diario los profesionales deben enfrentarse a la censura en los medios de comunicación, a una agenda temática que necesariamente no corresponde a los intereses del pueblo y al tratamiento de la información de acuerdo a la conveniencia de pocos.

Como lectores somos culpables también de esta violación, los medios de comunicación en Colombia deben entregarnos a diario información verídica, contrastada, real y de no ser así, somos el pueblo, la razón y la consecuencia, exigir nuestros derechos o rechazar los de ellos.