Alverto Cepeda Samudio (30 de marzo de 1926 -12 de octubre de 1972)
Bachiller del Colegio Americano de Barranquilla, estudió periodismo primero en Ann Arbor y luego en la Universidad de Columbia, New York, Estados Unidos por espacio de dos años 1949 - 1951. A su regreso de Estados Unidos trabajó en la revista Crónica de Alfonso Fuenmayor. Fue director de los diarios El Nacional y Diario del Caribe de Barranquilla.
Cepeda Samudio fue autor de los libros de cuentos "Todos estábamos a la espera" (1954) y "Los Cuentos de Juana" (1972), y de la novela "La casa grande" (1962), además experimentó en el campo de la cinematografía con un cortometraje llamado, "La Langosta Azul" del cual fue el actor, guionista y productor. Posteriormente dirigió un documental sobre el carnaval de Barranquilla de 1961.
Este autor es caracterizado como un innovador de la narrativa contemporánea de Colombia. La coherencia, simplicidad y llanidad de sus relatos le imprimen un sello característico . Muchos críticos han tratado de establecer la influencia de Ernest Hemingway en las obras de Cepeda, sin embargo, como tal es una discusión aún por resolver, dado a los muchos elementos autóctonos que resaltan en sus escritos. El crítico Daniel Samper Pizano resalta en Cepeda un notable don creativo, supuestamente ataviado por las múltiples ocupaciones administrativas del escritor en sus años de labores.
Harold Kremer (Buga, 1955)
El minicuento colombiano encuentra en Harold Kremer -sin temor a equivocarnos- a su mayor exponente; no sólo por su manejo en las técnicas narrativas, elemento que constituye una de sus grandes obsesiones y experticia, también por lo polifacético de sus temáticas: lo urbano, lo fantástico, lo onírico, la guerra y una intensa exploración por las pasiones humanas. El minicuento es el campo de trabajo por excelencia donde sus herramientas fundamentales son la precisión y la economía del lenguaje, esta fijación por las formas no limita su escritura, por el contrario su literatura es un rico resultado de un arduo trabajo con la palabra.
Harold Kremer ha publicado desde el 2004 cuatro libros de cuentos. Su carrera literaria ha sido premiada en diversas oportunidades con reconocimientos nacionales y también siendo compilado en diversas antologías de cuento. Sus relatos aparecen en importantes revistas culturales y su investigación es consultada por los estudiosos de la microficción. El escritor ha incursionado en la crónica dirigiendo varios talleres de escritura en las universidades ICESI y LIbre de los que han resultado tres libros donde Harold aparece como director y compilador.
La profusa obra de Harold es materia en constante construcción, las palabras toman un sentido a partir de esa precisión con la pluma, un cuento es una historia donde todas sus partes concatenadas perfectamente hacen que se mueva y funcione y esto lo maneja Kremer con maestría[1].
dos poemas encantadores:
I
Por qué soy al fin quien soy, si fuera.
II
De donde no penetró mi ojo limitado otros trajeron su fulguración, su chispa.
Giovanni Quessep
En el oficio y en el virtuosismo radica el interés de la poesía de Quessep, en la destreza para manejar un lenguaje que durante siglos de ser utilizado literariamente ha adquirido una carga expresiva que le confiere la categoría de "poético". Las claves de su poesía son entonces las referencias librescas, las connotaciones literarias. Pero si, por ejemplo, Borges las utiliza en forma tal que trascienden el terreno de lo anecdótico para mostrar de manera descarnada los conflictos del hombre, Quessep no aterriza y su poema se queda en el terreno de lo literario.
En sus palabras -"Me alejo de todo estilo de época y de toda moda y no me interesa describir los objetos de la realidad más tangible. Creo que todo poema debe ser una metáfora del alma: metáfora de sus maravillas y de sus terrores, de sus cielos y de sus abismos, esto es, la transfiguración de la realidad, lo que no constituye el olvido de la misma, sino su afirmación más profunda. Aun el yo lírico es del reino de las fábulas".
Sus obras:
Después del paraíso (1961), El ser no es una fábula (1968), Duración y leyenda (1972), Canto del extranjero (1976), Libro del encantado (1978), Madrigales de vida y muerte (1978), Preludios (1980), Muerte de Merlín (1985), Un jardín y un desierto (1993), Antología poética (1993)
Una pequeña degustación de Giovanni Quessep:
MIENTRAS CAE EL OTOÑO
Nosotros esperamos
envueltos por las hojas doradas.
El mundo no acaba en el atardecer,
y solamente los sueños
tienen su límite en las cosas.
El tiempo nos conduce
por su laberinto de hojas en blanco
mientras cae el otoño
al patio de nuestra casa.
Envueltos por la niebla incesante
seguimos esperando:
La nostalgia es vivir sin recordar
de qué palabra fuimos inventados.
LECTURA
Algo hay en la casa y no sabemos
de dónde viene; hay duelo y hojas secas
y colores quemados, y hay un libro
que no podemos leer, nuestro tesoro.
Vendrá la hora de la luna y los duendes
y buscaremos el dibujo más bello.
Alguien dice que vamos a morir...
Y no saber si lo ha leído o lo ha soñado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario