miércoles, septiembre 29, 2010

Movimientos vanguardistas en Latino-América

El Vanguardismo

El término Vanguardias surge en Francia durante los años de la Primera Guerra [1914-1917]. Su origen está precisamente en el vocablo francés avant-garde, término de origen militar y político, que venía a reflejar el espíritu de lucha, de combate y de confrontación que el nuevo arte del siglo oponía frente al llamado arte decimonónico o académico.

Desde el principio, el arte vanguardista adquiere una impronta provocadora contra lo antiguo, lo naturalista o lo que se relacionara con el arte burgués. No será causalidad que todas las primeras manifestaciones de estos vanguardismos estén repletos de actos y gestos de impacto social, como expresión de un profundo rechazo a la llamada cultura burguesa. La Primera Guerra, como expresión del afán imperialista y del profundo fracaso de esa burguesía por conseguir la paz, será el período en que, junto a actitudes diversas de rechazo a la guerra, afloren todas estas manifestaciones artísticas extraordinarias con una versatilidad y agilidad desconocidas hasta entonces. Los llamados ismos se sucederán uno tras otro.

No es ninguna casualidad que el surgimiento de los vanguardismos artísticos y literarios esté relacionado íntimamente con el periodo de mayor intensidad social, ideológica, en definitiva histórica, del siglo XX: el periodo que va desde la Primera guerra del 14 al inicio de la Segunda en 1939. En esos 15 ó 20 años cuajan las experiencias del nuevo arte: unas pasarán rápidamente, otras quedarán incorporadas al arte para siempre, pero la revolución de las formas y de los contenidos se producirá, sin duda, a partir de aquellas vanguardias de los años 20.

El movimiento camina de la mano con los avances tecnológicos, los amplios conocimientos históricos, la crisis espiritual que surge por el momento que se vive despierta conciencia para un nuevo cambio que se origina en la humanidad. Esta es la razón del punto de partida del surgimiento de varias escuelas artísticas que expresan el desmoronamiento del orden burgués y del clasicismo. Entre esas escuelas están:

El expresionismo, cubismo, ultraísmo, futurismo, el creacionismo, entre otras.

El Vanguardismo inaugura un nuevo modo de ver la literatura caracterizado por la primacía del prosaísmo versus musicalidad, feísmo versus preciosismo y absurdo versus comunicación lógica. De ahí que las vanguardias tuviesen en sí un carácter límite. Ruptura de la traición que habíamos heredado pero también ruptura de la ruptura, rechazo de la imitación. Los poetas vanguardistas se caracterizan, además, por:

· Rendir culto a la novedad y a la sorpresa. Los poetas vanguardistas cambian la estructura formal del poema.

· Renovar completamente los recursos expresivos. Metáforas, la imagen y otros recursos se convierten en reveladores de una dimensión interior.

· Exploración de lo irracional. El verso se presenta sin leyes métricas ni lógicas, regido por el juego, las similitudes y el azar.

· Introducir referencias a la vida moderna y al desarrollo. Modos de vida, tecnología, preocupaciones, miedos, etc.

Las características generales del Vanguardismo giran alrededor del cosmopolitismo, el esteticismo, el esquematismo, el ingenio o imaginismo, los sentimientos, los feísmos, la morfología (lengua no comunicativa), la destrucción de la sintaxis, el abandono de la métrica y la exclusión de lo narrativo y anecdótico.

El lenguaje del Vanguardismo

Su instrumento es la palabra y la fantasía ilimitada. Por medio de la palabra se destruye la realidad y transforma al objeto en idea pura, en esencia espiritual, en juego de ensueños plurivalentes. La sugestión sonora y asociativa del lenguaje importa más que su significado, los versos suenan e insinúan, más que dicen. La palabra tiene múltiples ecos y se carga de contenidos misteriosos, de significados equívocos, no unívocos, de reflejos interiores.

Esta poesía no es inteligible y como se abre a múltiples interpretaciones, el lector se convierte en un co-creador.

Las Vanguardias

Como en la época del “modernismo”, los dos centros de la vanguardia fueron Buenos Aires (Borges, Girando, Molinari) y México (Pellicer, Villaurrutia, Gorostiza). En Cuba aparece la poesía mulata: para cantar, bailar y mal decir (Nicolás Guillén, Emilio Ballagas); En Ecuador, Jorge Carrera Andrade inicia un “registro del mundo”, inventario de imágenes americanas… Pero el poeta que encarna mejor este período es Pablo Neruda. Cierto, es el más abundante y desigual y esto perjudica su comprensión; también es cierto que casi siempre es el más rico y denso de nuestros poetas. La vanguardia tiene dos tiempos: el inicial de Huidobro, hacia 1920, volatización de la palabra y la imagen; y el segundo de Neruda, diez años después; ensimismada penetración hacia la entraña de las cosas.

Octavio Paz

(El arco y la lira)

[…] La vanguardia suele asumir posiciones políticas radicalizadas, se propone romper con la estructura tradicional del lenguaje y postula el sueño y la locura como fuentes inspiradoras del arte. El origen del vanguardismo puede remontarse aproximadamente hasta la obra de Rimbaud y su apogeo programático comienza con las ideas de Apollinare; su perduración no ha cesado hasta el presente. Entre sus principales manifestaciones cabe incluir el surrealismo, el futurismo, el vorticismo, el imaginismo, la literatura de absurdo y el movimiento poético que en los países de habla inglesa se denomina modernismo.

Jaime Rest

La vanguardia se presenta como voluntad de desacreditar el arte que la precede: se burla de él, lo critica ferozmente e invita al abandono de las prácticas artísticas que considera caducas. Este movimiento se ve a sí mismo como algo más que una doctrina estética y, normalmente, proclama formas de vida y compromisos totales como una actitud renovadora de la que el artista es profeta. De ahí lo llamativo y escandaloso de muchas de sus manifestaciones que, aparentemente, son ajenas a su programa, pero que, de hecho, son parte fundamental de su concepción.

La vanguardia es una búsqueda permanente y, en ese sentido, acepta su propia transitoriedad. En este sentido, cuenta con que será destronada por otro movimiento distinto, incluso antagónico, y de ahí deriva muchas veces su peculiar sentido lúdico e irónico del arte: todo es efímero y, si se acepta el aplauso común, el arte se convierte en algo académico, cosa odiada por el vanguardista.

Movimientos de Vanguardia en Latinoamérica

En tanto que el romanticismo, el realismo, el naturalismo y el simbolismo llegaron con cierta lentitud al Nuevo Mundo, y hasta tardaron décadas en algunos casos, los movimientos europeos de Vanguardia de los primeros treinta años del siglo xx encontraron un eco casi inmediato en los centros urbanos más desarrollados de Latinoamérica.

El proceso de asimilación y metamorfosis de los modelos comenzó a realizarse en la fuente y por escritores que no solo fueron espectadores de esos movimientos. Estos escritores hispanoamericanos encararon el fenómeno de las Vanguardias con una originalidad en que no faltaba el enfoque paródico o la lectura carnavalesca. Para ellos, el futurismo, el cubismo, el dadaísmo, el expresionismo y, más tarde, el surrealismo fueron menos escuelas cerradas y fiscalizadas por líderes apocalípticos (Marinetti, Tzara, Bretón, por ejemplo) que opciones abiertas al escritor Latinoamericano.

De ahí que las Vanguardias de la vieja Europa llegaran a la América en una versión singular que asumía distintos nombres (ultraísmo, creacionismo, estridentísimo) de polémica inserción en un concepto europeo. Una vez más, América practicaba sistemáticamente la carnavalización cultural.

Para el escritor latinoamericano testigo y, a veces, hasta actor en las Vanguardias europeas la tarea principal era recoger no lo que había de singular en cada uno de aquellos movimientos, sino lo que ellos tenían de búsqueda de una estética de la cultura emergente del siglo. Al margen de sus singularidades el cubismo fragmentaba la sintaxis de la obra de arte; el futurismo y el dadaísmos minaban el concepto mismo de obra poética; el expresionismo insertaba su poesía en el conflicto edípico que desgarraba la piel política de la Europa de la hecatombe de 1914, esas Vanguardias tenían un propósito común: liberar las artes y las letras del peso muerto de las Academias, Liceos, Universidades, Museos y Bibliotecas.

Sobre la ruina de una cultura humanística, eurocéntrica, que reconstruye una utopía cultural grecolatina a partir del Renacimiento, en las Vanguardias del siglo XX se buscaba una libertad que les permitiese el acceso al nuevo mundo creado por la segunda revolución industrial, ya posible en el papel, si no en la fábrica.

Lo que los unía era la Modernidad, concepto que no debe confundirse con el modernismo finisecular dominante en Latinoamérica y España en la transición de un siglo a otro y es el último movimiento del siglo XIX.

El artista de Vanguardia buscaba destruir de una vez por todas las servidumbres con respecto a la representación mimética de la realidad: ese ídolo de la burguesía victoriana que habría de emerger (después del estallido de las Vanguardias) convenientemente disfrazados de arte socialista o academicismo fascista en la horrible época del intervalo entre las dos guerras mundiales. Lo que era común a las Vanguardias era la propuesta de un arte libre en una sociedad libre.

La Poesía Hispanoamericana

Pablo Neruda (1904 - 1973). El poeta revela preocupación por diversos temas:

El amor y la mujer. La mujer aparece asociada en su poesía a la fertilidad, símbolo de lo ideal e indestructible.

La soledad y la angustia. Sus poemas empalman una unidad entre los diversos elementos de la naturaleza: fauna, flora, símbolo del abandono, el caos, de las sociedades hispanoamericanas.

El compromiso político y social. El poeta se convierte en portavoz de las masas, acopia las denuncias, invocaciones y la historia épica del continente americano.

Las cosas sencillas de la vida cotidiana. El poeta nos hace descubrir la belleza de lo sencillo e insignificante en sus famosos libros de odas elementales.

Octavio Paz (1914). La poesía de Paz representa la conciliación de los recursos de la modernidad: surrealismo, dadaísmo, con la tradición. Tienen primacía en su poesía los temas de la identidad y el origen, sus grandes poemas como Piedra de Sol, Himnos entre ruinas, Pasado en claro… son una exploración del conocimiento de la mentalidad, de los mitos y de los somos del tiempo.

El amor, la mujer, el erotismo son los temas que pesan en al conciencia del poeta.

César Vallejo (1892 - 1938). Los temas esenciales en la poesía de Vallejo son el dolor, la pasión y las obsesiones y el absurdo. Su poesía representa el drama del hombre ante la percepción o el sentido de su propia existencia.

Vicente Huidobro (1893 - 1948). En Huidobro la poesía concebida como un modo de conocimiento. La palabra poética es sorpresa y maravilla; rechaza la imitación de la naturaleza y el poema extrae sus temas de lo social y de lo político. El poeta expresa un culto a las ideas.

Movimientos de Vanguardia

Futurismo-creacionismo


Movimiento literario y artístico surgido en Italia en el primer decenio del siglo XX. Nació, varió y fijó sus propios enunciados en una serie de manifiestos. El 20 de febrero de 1909
F.T. Marinetti publicó en «Le Fígaro» de París un primer Manifiesto en el que proclamó como formas de expresión del futurismo la agresividad, la temeridad, el salto mortal, la bofetada, el puñetazo.

Este movimiento revela una exasperada proyección hacia el futuro; y si por un lado expresa la voluntad de romper con la tradición, por el otro demuestra una cierta incapacidad de realizarse en formas menos hipotéticas y más actuales. Uno de los aspectos más llamativos del futurismo es, en suma, lo veleidoso, que se enmascara de triunfalismo para rechazar el mito de la derrota propio de cierto romanticismo y del decadentismo. Los fu turistas cultivan, por el contrario, el mito de la victoria: victorias tal vez ficticias, coronadas no por una gloria aristocrática y solitaria (como en D'Annunzio), sino por el escándalo en los cafés, en la calle, en las salas de conferencias.

En el ámbito literario, el futurismo italiano tuvo sus mejores exponentes, además de en Marinetti, en A. Palazzeschi, C. Govoni y A. Soffici; pero los resultados más importantes del movimiento se alcanzaron, probablemente, en el campo de las artes figurativas, con la introducción (sobre todo por obra de Boccioni) de un nuevo sentido del espacio que tuvo consecuencias importantes en la vanguardia europea contemporánea y posterior: cubismo, dadaísmo, surrealismo.

Sus representantes en América-latina

Guillermo de Torre (Literaturas europeas de vanguardia, 1925) asevera que "el futurismo es el más conocido, el único movimiento probablemente conocido de las letras y el público latino -al menos en sus postulados fundamentales y en sus hechos más sonoros-. Pues los gestos futuristas y Marinetti, su máximo inductor, han tenido un relieve mundial... "al desetiquetar el futurismo en sus 70 anos y poner algunos nombres de escritores del continente relacionados con sus planteamientos es con el propósito único de informar, allegar las pocas noticias que he logrado salvar del olvido casi total y objetar, indirectamente, esa "moral regionalista" que pone una silenciosa censura a lo que denomina “extranjerizante”, por universal. En nuestros días, esa clasificación no se sostiene por su misma colateralidad. El entorno siempre estará presente, matizará con caracteres diferentes la obra más universal que es posible desear. Los medios de comunicación tecnificados han violado la más secreta realización casera y en cierta forma a esta especial censura, pero no así su posterior consecuencia, el aislamiento al que se somete a los individuos o los grupos, reformadores y sus subsiguientes olvidos.

Entre los años 20 y 30.Borges publica una primera proclama antirrubeniana y es uno de los tantos ataques que prevén en cambio. Entre la eclosión del modernismo y la tardía apertura vanguardista hay un vacío como el que he estado señalando, un alargamiento, retórico del primero en muchos países del Continente.

La auto imagen, la copia, ha gestado un resultado repetitivo e indolente, el que solo es alterado por ejemplos marginados, personales, como es el caso del poeta venezolano Salustio González Rincones, desconocido incluso para su propia generación. Lugones en su "Lunario Sentimental". Serían algunos de los ejemplos dentro del recelo el temor a lo nuevo que identifican esos años. El poeta chileno Vicente Huirdobro que debe considerarse como una excepción dentro de ese panorama de espejos repetidores, pronuncia una conferencia en Buenos Aires en 1916 que constituye según Antonio de Undurraga, el acta de fundación del Creacionismo, el primer movimiento articulado, renovador que surge y logra interesar a poetas españoles, Gerardo Diego, Juan Larrea y otros y da pie al nacimiento del Ultraísmo de ese país. "Hacer un poema como la naturaleza hace un árbol". "Hay que crear. He aquí el signo de nuestro tiempo". "La cosa creada contra la cosa cantada". Son parte de la teoría poética de Huidobro, el más orgánico y coherente documento lanzado contra las vanguardias de lengua española. Es el comienzo de una teorización propia, apegada al entorno, pero sin pintoresquismos circunstanciales, usuales en esa u otra época”[1].

Algunos de sus representantes fueron: Cansinos-Asséns, Eugenio Montes, Isaac del Vando, Adriano del Valle, Rafael Lasso de la Vega y Jorge Luis Borges.

Otros movimientos de vanguardia:

· Parnasianismo: Un movimiento estético francés de la segunda mitad del siglo XIX (ca. 1860) creado como reacción contra el Romanticismo de Víctor Hugo, el subjetivismo y el socialismo artístico. Los fundadores de este movimiento fueron Théophile Gautier (1811-1872) y Leconte de Lisle (1818-1894). El arte es un fin en sí mismo, no un medio para justificar otro fin (e.g., el cambio social). Es objetivo y el autor se elimina de su obra (o sea, no es subjetivo). El arte es un tipo de religión para los paransianos, cuyo lema era: «L'art pour l'art».

· Simbolismo: Un movimineto inventado por Jean Moréas en 1886 y que sostiene que el Romanticismo, el Naturalismo y el Parnasianismo han muerto (cf. Baudelaire, Mallarmé, Verlaine, Rimbaud). El Simbolismo evoca objetos para crear un ambiente. Es sugestivo y oblicuo. El Simbolismo tiene una tendencia muy privada, personal y transcendental. Sus imágenes son símbolos que representan un mundo general e ideal (el mundo real es sólo una sombra de éste). Este «otro mundo» se alcanza sólo por medio de la poesía; así que el poeta es un profeta que ve a través del mundo real al mundo ideal de formas y esencias ideales. El verso es musical. Se enfatiza el verso suelto (blank verse) y poemas «en prosa».

· Dadaísmo: Dada viene de la palabra francesa para hobby horse o del rumano da («sí») [palabra usada como hoy en día en inglés cuando usamos la palabra whatever). Es un movimiento nihilista empezado en Zurich (Suiza) ca. 1916 por el rumano Tristan Tzara. El término significaba todo y nada a la vez. Se enfatizaba una libertad absoluta, sin reglas, ideales o tradiciones. El movimiento se hizo popular en París después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Su plan artístico era montar recortes (collage) de objetos y palabras sin relación alguna. Su palabra clave era: «nada». Después de 1921, el Dadaísmo se convirtió en Surrealismo.

· Surrealismo: Un movimineto artístico francés de 1920 que se desarrolló del Dadaísmo. El arte surrealista trata de captar como funciona el inconciente. Es una arte no-lógico. La mente debe liberarse de la razón y la lógica del mundo conciente. Este movimineto fue influenciado por Sigmund Freud. Se desarrolló también la escritura automática (cf. James Joyce) y el discurso paranoico. Guillaume Apollinaire y André Breton fueron figuras clasves en este movimiento. Se interesaban en los efectos de los sueños y las alucinaciones. Trataba este arte no-realista captar nuevos conocimientos. Influenció el arte (cf. Chirico, Max Ernst, Pablo Picasso, Salvador Dalí), el cine (Luis Buñuel, Jean Cocteau) y la literatura (Antonin Artaud, Eugène Ionesco, Jean Genet, Samuel Beckett, William Burroughs, Alain Robbe-Grillet).

· Expressionismo: Un movimiento alemán de 1920. El arte expresionista trata de dar una visión muy personalizada del mundo, no una representación fidedigna del mundo externo. Reaccionan contra el Realismo. Tratan de captar realidades sicológicas como Franz Kafka.

· Decadencia: Este movimiento valora la autonomía completa del arte, enfatizando lo sensacionalista, lo melodramático, lo bizarro, lo artificial, el arte por el arte, y la posición superior del poeta frente a la sociedad burguesa. Se valora también la experiencia personal, el autoanálisis, loperverso, lo exótico. Hay cierta preocupación por las ruinas, lo triste, lo desesperante, lo morboso, lo ostentoso. Cf. The Picture of Dorian Gray (1890) de Oscar Wilde (1854-1900), las litografías deAudrey Beardsley (1872-1898) sobre la obra dramática Salomé, de Oscar Wilde, o la novela Drácula(1897) de Bram Stoker (1847-1912), obras todas de la Inglaterra victoriana de los «Yellow Nineties».

· Existencialismo: El término deriva del filósofo dinamarqués Søren Kierkegaard (1813-1855), quien influenció a filósofos como a Miguel de Unamuno, Martin Buber y Karl Jaspers. Friedrich Nietzsche(18441900) después influenciará a los existencialistas ateos como Martin Heidegger, Albert Camus, Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre. Los existencialistas deístas (no ateos) [Unamuno, Buber, Jaspers] encuentran paz y tranquilidad en la creencia en Dios (aunque no tengan fe). Para los existencialistas ateos (Heidegger, Camus, De Beauvoir, Sartre), la existencia es anterior a la esencia y uno tiene que escoger lo que uno quiera ser. Uno está obligado a hacerse a sí mismo. Uno puede escaparse del absurdo de la vida, según Sartre, por medio de acción social. Cf. Ethics of Ambiguity de Simone de Beauvoir.

· Ultraísmo: De 1922. Algo similar al Absurdo (lengua privada que va más allá de lo socialmente comprensible). Se eliminan todos los elementos superfluos que no sean estrictamente líricos. Énfasis en la imagen y la metáfora. Sin sentimentalismo. Jorge Luis Borges (Argentina).

· Generación del 27. Tercentenario de Luis de Góngora (el gran poeta del Barroco). Poesía pura y lírica. Juan Ramón Jiménez (1920-1930). Poesía concentrada. Se elimina la decoración superflua del poema, que se considera impura. Más intelectual, menos sensual, impresionista y romántica. Se trata de lograr la perfección poética. Neo-gongorismo. Pero Federico García Lorca y Rafael Alberti escriben una poesía popular estilizada. Se usa de nuevo el romance (verso asonante de 8 sílabas). Algo de Surrealismo, pero no se logró en España la escritura automática de André Breton. Guillén y Salinas, más intelectuales y disciplinados.

· Stream of Consciousness («discurso paranoico»): Término inventado por el sicólogo William James en Principles of Psychology (1890). En prosa, se refiere a los pensamientos y sentimientos que fluyen libremente por la mente. Se convierten en monólogos interiores en las novelas de James Joyce como Ulysses (1922) o The Sound and the Fury (1931) de William Faulkner.

· Tremendismo: Característica de la ficción española después de 1940. Se enfatiza la violencia y el terror, las tendencias violentas de la sociedad moderna y los daños causados por la preparación social o religiosas de tales sociedades. Cf. La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela (1942) o Nada(1944) de Carmen Laforet. El Tremendismo es en efecto una extensión del Naturalismo pero con una dimensión sicológica. En cine se convierte en Neo-realismo (cf. Las Hurdes de Luis Buñuel). En la Unión Soviética en Realismo Socialista (pero con un fin feliz). En Latinoamérica en Realismo Mágico (combinación de Realismo y Surrealismo)[2].

bibliografía:

Lengua y Literatura. Curso 1ro (Segundo Ciclo). Santillana
Lengua y Literatura. Curso 2do (Segundo Ciclo). Santillana
Historia Universal de la Literatura
rincondelvago.com





[1] http://www.cuft.tec.ve/cuft/publicaciones/barquisimeto/Umbral/revistas/rev11/docV11.pdf recuperado el 29 de septiembre de 2010, a las 08:00 a.m.

[2] LAUER. Robert

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