Las personas normalmente consumen los medios de comunicación de una forma superficial, más bien irresponsable; no cuestionan, no critican, no se oponen, y difícilmente debaten la información que les imparten.
Hernando Saldarriaga (mi padres), es dueño de una ebanistería en Andes (pueblo ubicado al suroeste del departamento de Antioquia), con sus dos empleados, suele escuchar la radio (medio que más consume) y entre soldaduras, aluminio y sudor se pasan el día.
Analizando la situación de la radio, es uno de los medios mas consumidos, pues es de las formas más económicas en la que la gente de puede informarse, entretenerse y comunicarse directamente con el locutor. Sin embargo es muy criticado por la interferencia que se produce no solo en la señal sino con los mismos presentadores,-”la gente escucha la radio para oír música o escuchar noticias, para nada mas.” No obstante proponen para solucionarlo contratar locutores cultos, que enseñen a través de programas educativos, no que entorpezcan las mentes, con basura. En especial esta critica puede ir dirigida a muchas de las emisoras de Medellín, en las que los locutores no hacen mas que trabajar para pagar las demandas que les hacen las personas directamente agredidas por sus comentarios burlescos y mal intencionados, es increíble ver como se ha degenerado este medio de un tiempo para acá, mis padres aun recuerdan con nostalgia las radio novelas y los seriados que en tardes de aburrimiento los sacaban de la rutina. Estamos en el siglo XXI el tiempo de los avances tecnológicos, la interactividad y demás comodidades que se nos antojen, si exigimos constantemente la evolución de nuestros celulares por uno que se acomode a nuestros intereses, porque no exigirle a los medios de información programas que nos eduquen, que nos capaciten para resolver situaciones difíciles de la vida diaria, o por lo menos que el respeto hacia el otro este por encima del raiting.
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