la Penitenciaría Oswald o más bien llamada OZ, es una serie de televisión enfocada en el aprendizaje a través de la reflexión. Por medio de un programa que representa la vida de unos convictos en una penitenciaria de máxima seguridad, donde la vida, la muerte y el miedo son constantes, donde el instinto manipula la convivencia y la verdad no es más que un rumor tan lejano como la libertad.
En el desarrollo de esta temporada (cuarta) observamos como la comunicación cumple un papel fundamental para la vida, un simple comentario, una mirada amenazante o de amor; las costumbres, las vivencias, las características mentales que se ven evidenciadas y en general todo lo que irradian, lo que transmiten con sus palabras y cuerpos, lo que hace parte del lenguaje verbal y corporal.
A pesar de manejar un ambiente tenso, OZ, sirvió de escenario para discutir infinidad de temas (la homosexualidad, la pena de muerte, la religión, el racismo, la venganza, el amor en todas sus facetas, la política, la familia, la muerte, la vida, la soledad, el perdón, la drogadicción, la hipocresía…) que de una manera muy crítica se desarrollaban generando reflexiones, cuestionamientos propios del individuo y del sistema, así una penitenciaria no se prestara para esto aparentemente.
En esta serie podemos ver desde la desintegración de la persona con las más buenas intenciones, hasta la transformación de un asesino condenado a muerte, a un personaje admirable, y es que ¿acaso no tenemos derecho a cambiar?, ¿que tan real sería? o ¿cuanto nos duraría?
Reflexiones como esta son las que nos deja OZ, cuestionarnos acerca de la verdad y dejar de creer en la mentira.
Quizá de una manera muy cruda pero realista nos muestran la vida, y aunque representada a través de una cárcel, no deja de ser ajena a nuestras calles, ahora mismo podemos toparnos con un Cyril O’Reily, un Augustus, un Tobias Beecher, un Chris Keller y hasta un Schillinger y es que todos llevamos un personaje dentro, en esta serie se recrean los bajos instintos que todos tenemos y tememos dejar salir, esos miedos reprimidos y esas batallas aun no luchadas.
Las constantes riñas entre afroamericanos, musulmanes, latinos, neonazis, homosexuales, italoamericanos... hacen que se ponga en evidencia la falta de cultura de estos hombres, la escases de tolerancia el mediocre grado de educación, aunque no yendo muy lejos ¿Cuántos de nosotros hemos rechazado a alguien simplemente por ser o pensar diferente?
La historia marca una parte fundamental para formar un criterio, para hacer que los ideales de alguien adquieran sentido. La pregunta que podría generarse de todo esto es ¿tiene sentido? Es coherente luchar por algo que ya esta perdido o de lo contrario enaltecer una victoria de ajenos.
Tal vez muchos lleguen a preguntarse que mensaje positivo puede dejarnos, ver constantemente asesinatos, enseñarnos que cualquier objeto puede ser transformado en un arma mortal, que el deseo de venganza de alguien tenga que arremeter contra su familia, o la corrupción, los extremos a los que puede llegar un amor convertido en obsesión y que puede desplegar el odio de un hombre.
Ser el espectador de un crimen produce infinidad de sentimientos, es curioso pero cuando alguien ha sido “malo” y muere nos genera tranquilidad y un tanto de alegría, en cambio cuando alguien inocente, un niño por ejemplo es ejecutado enfurecemos, pero queremos más, crece esa sed de venganza, y esperamos prontamente un nuevo asesinato. ¿Qué nos hace diferentes a ellos? o ¿que nos esta transmitiendo realmente la imagen?
La utilización de planos normales, picados y contrapicados, encuadres como aberrantes y de horizonte cumplen una función especifica: neutralidad, inferioridad, enaltecimiento o grandeza, desorden, visualización total del cuadro, en fin con lo que el autor pueda expresar su idea, sus sentimientos de una manera mas clara y con mayor impacto.
Dentro de la parte de realización, cabe anotar que cada capitulo esta hecho por alguien diferente dando cuenta de que no nos están imponiendo el pensamiento de una persona, son muchas vidas las que pasan por OZ y cada uno con una ideología, y un mensaje de reflexión para darnos.
Estoy segura que esta serie no es aclamada por el público por el morbo que despiertan sus imágenes, sino por la carga moral, ética, social , cultural que traen sus capítulos, y para ser mas claros , para esas personas que se dedican a ver televisión y no se preocupan por sus posibles mensajes, pues aparece Augustus con sus reflexiones, con esa mirada desde dentro hacia afuera, esperando generar conciencia y haciendo que este material sea excelente para la educación por medio del entretenimiento, tal ves haciéndolo mas efectivo, más rico y más versátil.